¿Progreso sin paz?
Hace ya décadas que el ser humano logró poner sus pies en la Luna… pero no hemos sido capaces de detener ni evitar las guerras en el mundo. Mandamos naves al espacio, a lugares tan distantes que resulta incluso difícil concebir cómo es posible conseguir que realicen tales viajes y nos remitan fotos y vídeos desde distancias tan inmensas… pero somos capaces de impedir que un país use la violencia para invadir a otro ocasionando daños y pérdidas de vidas inocentes, sea cual sea el pretexto. Hemos descifrado el genoma humano y somos capaces de llevar a cabo innumerables prácticas que facilitan la reproducción humana o posibilitan terapias que curan enfermedades que durante mucho tiempo se consideraban incurables… pero no hemos avanzado aparentemente nada en la erradicación del terrorismo, y de hecho este siglo comenzó con los peores atentados de la historia, que fueron seguidos de otros igualmente terribles. La tecnología ha avanzado hasta extremos inconcebibles cuando los integrantes de mi generación éramos niños o jóvenes, y hasta incluso hemos sido capaces de generar inteligencia artificial, cuya actuación es cada vez más similar a la de los humanos, pero no hemos sido capaces de erradicar mil formas de violencia entre humanos. Hasta tal punto, que entre los muchos interrogantes que genera esta inteligencia artificial está el de saber si una forma de pensamiento, creatividad y actuación tan sumamente próxima a la nuestra, pero acaso sin las pautas morales en las que nosotros decimos creer, será capaz de eludir toda firma de violencia.
Podría pensarse que, en realidad, muchas especies de animales se pelean entre sí por el control del territorio, la comida o las hembras… Pero si algo distingue a los humanos es tal vez su capacidad para ejercer violencia gratuita, injustificada, mucha más allá de la que podría resultar necesaria para la supervivencia, y también la sofisticación en las firmas para el ejercicio de esa violencia. Por lo demás… se supone que nuestra revolución neolítica, que dará lugar a aquello que llamamos “civilización”, tuvo como propósito precisamente el de la superación de la violencia como forma de imponerse o luchar por la supervivencia, y sus sustitución por un ordenamiento en el que la única fuerza (más allá de la legítima defensa) es la que puede imponer el poder legítimo a quien vulnera ese ordenamiento. Pero… más bien parece a veces que en lo único en lo que superamos a los animales es en la sofisticación para ejercer la violencia. Ese parece ser nuestro principal “progreso”… Hemos sido y somos, como especie, de conseguir tantas cosas… ¿lograremos algún día un mundo en paz?
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