Casablanca
Seguramente muchos lectores coincidirán en que ésta es también una de las películas de su vida, pues se trata de uno de esos largometrajes realmente “clásicos” que han cautivado a varias generaciones de espectadores. En mi opinión, son muchos los elementos que contribuyen a que este drama romántico, que combina momentos solemnes con toques cínicos (fórmula que luego se ha intentado repetir tantas veces, no siempre con el mismo éxito) pueda considerarse una de las más grandes películas de todos los tiempos. Hay interpretaciones magníficas, sobre todo la del descuidado pero con mucha clase, mitad caballero, mitad canalla, y “tipo duro” pero con sentimientos de Humphrey Bogart, durante décadas un modelo de masculinidad, aunque tan alejado del estilo hoy más en boga para los hombres; y por supuesto la de Ingrid Bergman, una de las actrices más elegantes y atractivas en toda la historia del cine, que luce esa belleza tan típicamente cinematográfica, y cuyos ojos brillan aun en blanco y negro de manera casi inverosímil, aunque encarna un personaje mucho menos perfilado en su psicología y sentimientos, quizá porque en aquella época la mujer no se consideraba un sujeto tan importante en el contexto de la historia.
Encontramos además algunas de las frases más famosas de la Historia del Cine, como las de “siempre nos quedará París” o “presiento que esto va ser el inicio de una gran amistad”. Hay, por supuesto, piezas musicales inolvidables, como ese “as time goes by” que tantas veces le piden a Sam que toque otra vez. También está la escena en la que todo el bar acaba cantando ante los soldados nazis “la marsellesa”, que en ese contexto no es solo el himno de Francia sino también el canto que todos los que aspiran a un mundo en libertad entonan frente al totalitarismo. Y, sobre todo, hay una potente historia en la que un hombre es capaz de renunciar a la mujer que ama… precisamente por amor. En el aeropuerto de Casablanca todos deseamos que Bogart y Bergman suban juntos al avión, pero en realidad la historia merece el desenlace que finalmente tiene…