La moción de censura

La moción de censura

El sistema parlamentario de gobierno se caracteriza por la permanente dependencia del Gobierno respecto al Parlamento, ya que aquel tiene origen parlamentario y responde políticamente ante la cámara que lo ha elegido. Esta característica, que tiene indudables ventajas, tiene también el inconveniente de que tiende a provocar una mayor inestabilidad de los gobiernos. Por este motivo, tras la segunda guerra mundial, y a partir sobre todo de la Ley Fundamental de Bonn de 1949, en algunos sistemas se va instaurando lo que se ha dado en llamar “parlamentarismo racionalizado”, que se caracteriza porque la responsabilidad política del Gobierno solo se puede exigir por vías tasadas, en particular la cuestión de confianza y la moción de censura. Y en particular, porque esta última pasa a ser una moción de censura “constructiva”, que implica no solo el acuerdo en derribar a un Gobierno, sino también en la formación del nuevo Gobierno, ya que el apoyo a la moción supone también el apoyo a la investidura del candidato alternativo. Es más fácil destruir que construir, y con este mecanismo, aunque se dificulta el derribar a un Gobierno, se evitan vacíos de poder o situaciones de inestabilidad. Es, en realidad, un procedimiento doble, simultáneamente de censura a un Gobierno y de investidura de un nuevo presidente.

En la Constitución de 1978 se sigue muy de cerca esa “estela” de la Ley Fundamental de Bonn. La moción de censura es constructiva, y requiere el apoyo al nuevo candidato. Este apoyo implica un acuerdo de investidura, y cabe suponer que ha de implicar al menos unas coincidencias programáticas básicas. Mucho más si, más allá de lo que alguno ha llamado “moción instrumental” (cuyo objetivo sería únicamente convocar elecciones, y que no parece muy acorde con lo previsto en la Constitución), se trata de una moción que pretende formar un nuevo Gobierno, con un nuevo programa, por un tiempo indefinido. Si, como parece muy probable en el momento de escribir estas líneas, la moción en marcha en el Congreso va a triunfar, sin duda alguna el candidato se convertirá en el presidente legítimo, de acuerdo con las reglas del juego constitucional. Pero la falta prácticamente total de acuerdos programáticos con los independentistas y otras fuerzas que apoyan la moción, e incluso el dato sorprendente de que el candidato acepte y defienda los presupuestos que hace una semana rechazó su grupo y todos los que ahora le apoyan, hacen que esta moción carezca de programa y tenga muy poco de constructiva, pues no logra disimular el propósito destructivo que la ha inspirado, que es lo único que ha permitido que se pongan de acuerdo fuerzas tan dispares.

Fuente de la imagen: http://www.antena3.com/noticias/espana/asi-funciona-mocion-censura-espana_201704275901d6070cf2461b6deb4f2c.html