La España constitucional

La España constitucional

Creo que la inmensa mayor parte de las personas que nos hemos manifestado no lo hemos hecho en apoyo a un partido político. Y tampoco en contra de otro. Ni siquiera hemos salido a la calle porque se pretenda aprobar una ley que creemos inconstitucional: sobre esto siempre puede opinarse, y no suele ser causa de manifestaciones, sino más bien de debates jurídicos; y por lo demás, todos los años el Tribunal Constitucional declara inconstitucionales algunas leyes y nada de ello pone en peligro el propio sistema constitucional. Lo que pasa es que aquí hay algo más, y no hace falta saber Derecho Constitucional para apreciarlo. Aquí hay una amenaza a algunos de los pilares fundamentales del sistema constitucional, como la separación de poderes, la independencia judicial, la igualdad entre todos los españoles ante la ley, el derecho a la tutela judicial efectiva, entre otros. Y, lo que es peor, estas amenazas descansan en un presupuesto inaceptable, como es la asunción de culpas por parte del Estado por haber impedido que, en su día, el llamado proceso independentista consiguiera sus objetivos por la vía de la ruptura constitucional.

 

En realidad, no es la primera amenaza de este tipo que sufre nuestro sistema constitucional, que ha demostrado su fortaleza para superar todas ellas. En 1981, en 2017, nuestro sistema superó sendos ataques frontales, gracias a la actuación conjunta de muchas instituciones y de la mayoría del pueblo. Centrándonos en esta última fecha, fue el Gobierno, el Senado, el monarca, el poder judicial y la mayoría del pueblo español (incluyendo una gran parte del pueblo de Cataluña) quienes, cada quien desde su posición, consiguieron preservar el sistema y derrotar el proceso que pretendía destruirlo ilegalmente. Ahora se pretende cambiar el relato que quede para la Historia, pidiendo perdón por una actuación correcta y lícita, ante quienes sí quebrantaron el ordenamiento. Pero la situación actual no puede resultar más grave y preocupante: esta vez uno de los partidos mayoritarios, para mantenerse en el Gobierno, no tiene reparo en aceptar el relato de quienes agredieron al sistema constitucional y pretenden seguir haciéndolo. Pero yo no creo que la inmensa mayor parte de sus votantes y simpatizantes hayan abandonado la España constitucional, entre otras cosas porque lo que votaron era manifiestamente lo contrario a esto. Cabe preguntarse si se valora más conservar el Gobierno o preservar esa España constitucional hoy amenazada.

Fuente de la imagen: https://www.abc.es